Primer universo. Parte 1

 La energía que se usó para derrotar a Lucifer, se dividió y una de esas divisiones cayó sobre éste universo, sobre ésta Tierra. Dicha energía cayó sobre un joven que desconocía por completo su pasado, incluyendo su nombre, por lo cual una pareja lo adoptó y decidieron llamarlo Elías, quién tenía apenas la edad de 16 años.

 Nadie se percató de la energía, de hecho, Elías comenzó a sentir un hormigueo bastante extraño dentro de su cuerpo, después de ello, de alguna manera logró dar con Lucifer y aceptó el pacto.

 Después de dicho pacto, Elías entendió el error que cometió, pero también logró sentir como la energía que circulaba dentro de él, se hacía más poderosa conforme pasaba el tiempo.

-Elías (emocionado)- Tal vez con esto pueda enfrentar a ese maldito, sabrá que cometió un grave error

 A diferencia de Smyusix, su pacto no constaba de su alma, sino de algo bastante importante para él, algo que nunca se explicó.

 A la noche siguiente, Elías descansaba en su casa cuando comenzó a tener pesadillas, sueños con Lucifer ordenándole asesinar a su familia y aquellas personas que se interpusieran en su camino, pesadillas que le hacían ver como poco a poco se volvía un súbdito de él.

 Ya era de madrugada y Elías estaba acostado sobre la alfombra de la sala principal, sin embargo, había rastros de sangre por todo su cuerpo.

-Elías (despertando)- ¿Por qué me duele la cabeza?

 Cuando despertó lo suficiente para ver claramente lo que estaba a su alrededor, entendió que ciertas imágenes en su pesadilla no fueron un sueño, se volvió realidad.

 En el piso, se podían observar los cuerpos de sus padrastros, ambos con el pecho vacío y podía notarse que se algo o alguien se alimentó de ellos, ya que, por debajo de la costilla, tenían abierto el cuerpo y los órganos ya se encontraban extruidos.

 Su reacción fue de terror y decidió salir de la casa, pero al llegar a la puerta, por medio del reflejo, pudo ver la verdad.

-Elías (llorando)- Yo lo hice

 Entonces, llegaron las autoridades del lugar, lo arrestaron y llevaron tras las rejas, en ese universo las normas se toman de diferente manera, por lo tanto, la cárcel viene siendo la misma tanto para los adultos como para aquellos que son menores de edad, pero por arriba de los 12 años.

 Para su fortuna, le dieron una celda vacía, con su soledad se arrepentía de lo que había ocasionado, para él, no era su intención asesinar a las personas que tanto llegó a querer, para él, ellos ya eran una familia.

-Elías- ¡Sáquenme de aquí! Todo esto es un mal entendido

 Claramente nadie creía a sus palabras, era el único que estaba manchado de sangre en ese momento y tomando en cuenta que, las cosas en ese universo son un tanto diferentes a comparación del de Smyusix.

 Después de unos minutos, se acostó en su cama de cemento, a esperar para que lo llamen al juicio, sin embargo, algo raro ante todo esto es que las personas se detuvieron, el tiempo dejó de contar y Elías pudo notarlo por medio del reloj de pared que se encontraba dentro de la celda.

-Elías (confundido)- ¿Qué está sucediendo?

 Inmediatamente se levantó y dirigió su mirada hacia la reja, pero delante de ésta misma, vio a una persona bastante joven, utilizaba una túnica de color roja con algunos adornos plateados, un báculo metálico de color negro con una esfera roja en la parte superior.

-Elías- ¿Tú quién eres?

 Sonriendo, esta persona le respondió "Sólo llámame Dselt".

-Elías- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo es que el tiempo está detenido?
-Dselt (sonriendo)- Es una habilidad que por ahora sólo portamos mi hermano y yo
-Elías (intrigado)- ¿Quién es tu hermano?
-Dselt- Por ahora él está lidiando con alguien como tú, y a decir verdad, ese alguien tiene cierto parecido contigo, lástima que tú aún no controlas tus poderes
-Elías- Ve despacio, primero responde mi pregunta y después me hablas de esos poderes
-Dselt- De acuerdo, mi hermano de llama Zelta, pero en estos momentos se encuentra en el universo cinco
-Elías- ¿Universo cinco?
-Dselt- Hay muchas cosas que debes saber antes de aprender a usar tus poderes

 Hay muchas dudas que pasan por la cabeza de Elías, ¿Quién es él? ¿Qué hace aquí? Y ¿Cómo es que detuvo el tiempo?

-Dselt- Dios me envió para hacerme cargo de ti, así como primeramente envió a mi padre Carlos para cuidar de Smyusix, ahora envió a Zelta y yo pedí ser quien te cuide, por ahora
-Elías- ¿Por qué pediste eso?
-Dselt- Porque tú y Smyusix fueron los únicos que perdieron a su familia biológica

 Esa última frase llamó la completa atención de Elías, al grado de hacerle olvidar su última pregunta ¿Quién es Smyusix?

-Elías (sorprendido)- Mi familia de verdad ¿Murió?
-Dselt- No sé cómo decirlo pero... tú fuiste quien los mató
-Elías (atónito)- ¿Mi familia? Yo no pude haber hecho eso

 Antes de que se pusiera a llorar, Dselt le dio una bofetada con la mano izquierda, puesto que sostenía el báculo con la derecha. Le explicó que no es momento de llorar.

-Dselt- Te sacaré de aquí, pero debes hacer exactamente lo que haga ¿Entiendes?
-Elías (nervioso)- De acuerdo
-Dselt- Primero seca tu cara, después aprovecharás la pelea que se hará en el centro del comedor, ¡Tienes que participar!
-Elías (confundido)- ¿Por qué?
-Dselt- Porque así liberarás tus poderes, los idiotas de aquí me conocen y saben que yo trato con personas especiales como tú, cuando ellos vean de lo que eres capaz, te llevarán conmigo

 Elías se encontraba nervioso, es verdad que desde cierto tiempo sentía una gran fuerza dentro de él, pero nunca pensó de qué se trataba, hoy será el día en que entenderá todo lo que habrá sucedido.

 Dselt chasqueó para desaparecer del lugar, después de eso todo comenzó su curso normal.  El reloj cuenta sus segundos, los presos caminan y los policías hacen su rutina normal de pasar celda por celda para observar a cada preso.

-Elías (pensando)- ¿Qué sucedió? No logro entender nada, pero dijo que debía participar en la pelea que se hará en el centro del comedor, lo cual sucederá... ahora

 Suena la chicharra para abrir las celdas, cada prisionero sale y en forma ordenada se dirige uno por uno al comedor, todo iba bien hasta que Elías pasó por su comida, era tan repugnante que nada se podía diferenciar, pero es algo de lo que deben alimentarse.

 -Elías (pensando)- ¿Cuándo iniciará la pelea?

 Segundos después, un par de presos comenzaron a lanzarse comida a la cara, al principio era diversión, hasta que la comida le cayó al preso más grande de todos, éste se levantó y golpeó a los dos. Como es de esperarse en una prisión, todos comenzaron a golpearse mutuamente.

 Elías estaba dudoso con su participación, hasta que alguien lo golpea de la espalda. A partir de ese momento, todo habrá cambiado para Elías.

 Se involucró también al combate, curiosamente las autoridades dejan que todos se golpeen mutuamente para que terminen cansados, después de eso intervienen para lastimar a cada uno de ellos y hacerles entender que eso sucede cada vez que toman una actitud en contra del reglamento.

 Durante la pelea, Elías quedó en medio y se vio bastante preocupado cuando se tuvo que enfrentar a cinco presos al mismo tiempo, tristemente solo pudo golpear a uno, otro lo tomó de la espalda para que los demás pudieran golpear su rostro y el resto de su cuerpo.

-Elías- ¡Suéltenme!

 Mientras más lo golpeaban, más aumentaba su ira, pero era evidente que ellos jamás se detendrían, al menos hasta verlo muerto.

-Elías (enfadado)- ¡Dije que basta!

 De la nada, liberó un gran poder, se libró de quien lo tenía capturado y su cuerpo se llenó de una gran aura roja, quizás sea de ese color a causa del pacto, pero no es así.

-Elías- Mueran

 Colocó sus brazos en su pecho y seguidamente los extendió hacia donde estaban aquellos que lo golpeaban. Una enorme llamarada salió de sus brazos.

 En el momento que esa gran llamarada salió, todos se detuvieron y los cuatro que lo golpeaban salieron de aquella llamarada, pero no pasaron más de 12 segundos para que perdieran la vida.

-Elías- ¿Alguien más?

 Quien lo estaba sujetando, cayó al suelo de terror y comenzó a gritar que era un monstruo, un demonio.

-Elías (sonriendo)- No lo soy, pero curiosamente estuve frente a uno

 Antes de que hiciera algo, Dselt reapareció frente a él y colocó la esfera del báculo en su frente.

-Dselt- Debes calmarte, ahora irás conmigo

 Al principio, Elías tenía ganas de atacarlo, pero como fue la primera vez que su cuerpo experimenta un gasto tan grande de energía, se desmayó.

 Cuando Elías despertó, ya habían pasado al menos dos días tras aquel acontecimiento en la prisión.

-Elías (pensando)- ¿Dónde estoy?

 Parecido al templo de Carlos, pero en este caso era uno de menor tamaño y sobre el monte Fuji. Elías se levantó de su cama y fue directamente a la sala principal del templo, ahí encontró a Dselt, quien estaba mirando el paisaje.

-Dselt- Por fin despiertas
-Elías- ¿Cuánto tiempo pasó desde que me dormí?
-Dselt- Llevas dos días, y no dormiste, te desmayaste
-Elías- Lo que sea, espero que ahora puedas responder todas mis dudas
-Dselt- Toma asiento

 La plática comenzó con un interrogatorio hacia Dselt, quien solo reveló lo que ya había comentado en la prisión, a diferencia de que anexó la información sobre sus poderes.

-Elías- Entonces puedes volar y hacer varias cosas ¿Me equivoco?
-Dselt- Para nada, ¿Algo más que quieras preguntarme?
-Elías- ¿Cómo sabías sobre mis poderes?
-Dselt- Fui enviado para cuidar y entrenarte, es lógico que supiera sobre tu fuerza
-Elías- Tiene sentido

 Después de una larga plática, Elías preguntó acerca de su familia biológica ¿Por qué dijo que él la había matado?

-Dselt- No fuiste tú, fue alguien que tiene el mismo aspecto físico que tú
-Elías- ¿De quién crees que se trate?
-Dselt- Si gustas podrías llamarlo de la misma manera que lo hizo Smyusix
-Elías- ¿Qué nombre le dio?
-Dselt- Darkness, pero lo importante es que tú también debes buscar un nombre clave, tal vez como Dorothi o algo por el estilo
-Elías- No me llames así
-Dselt- Entonces busca un nombre que te agrade
-Elías- ¿No me piensas ayudar?
-Dselt- Bueno, siendo que te pareces un poco a Smyusix, yo te llamaría Bryx
-Elías (confundido)- ¿Por qué?
-Dselt- No te lo pienso decir, pero tú decides si tomarlo o no

 Elías comenzó a dudar sobre aquel sobrenombre que debe tener, no era necesario explicar que para proteger a las personas que quería porque lamentablemente ya murieron todos, al menos los actuales, pero si en un futuro logra conocer más gente, todas esas personas lo llamarán Elías y sus enemigos por su apodo.

 Mientras seguía dudando, Dselt le gritó que debe decidirse de una vez, puesto que Darkness ha encontrado el lugar.

-Darkness (tras romper una ventana)- ¡Al fin te encuentro!
-Elías- Tú ¿Qué quieres de mí?
-Darkness (sonriendo)- ¿No es obvio? Vine a buscarte...

 A partir de este momento Elías optó por tomar el nombre de Bryx.

-Darkness- Debo reconocerlo, no esperaba que salieras de prisión, pero si alguien más intervino en esto... entonces tampoco es algo que me sorprenda
-Bryx (molesto)- ¿Para qué me quieres?
-Darkness (sonriendo)- Veamos de lo que eres capaz

 Ambos salieron del templo y descendieron hasta llegar a un lugar sin personas, pero el lugar era bastante amigable. Algo que sorprendió bastante a Dselt fue verlo descender junto con Darkness ¿Cómo lo pudo hacer sin antes haber recibido alguna clase de entrenamiento?

-Darkness- Bueno, ¡Veamos que tanto puedes hacer con la baja fuerza que tienes!
-Bryx (sonriendo)- Por ahora es baja, pero quizás te puedas llevar una gran sorpresa

 La batalla dio inicio y ambos demostraron ser buenos oponentes, pero los detalles de la pelea no serán escritos puesto que lo importante se encuentra en el siguiente capítulo.

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