Promesa

 Basta una persona para comenzar una gran historia; un chico llamado Bryan que apenas tenía 12 años se involucrará en algo que le cambiará la vida por completo.

 Su vida era tranquila, asistía a la escuela, tenía una familia conformada por su padre, madre y hermano, todo era paz y tranquilidad, hasta que ocurrió ese día.

 El niño se encontraba caminando de regreso a casa, pero a unas calles antes de llegar a su casa se encontró a un señor de la tercera edad; éste hombre le pidió de favor si le ayudaba a cruzar la calle, lo cual accedió.

 Una vez que ambos cruzaron la calle, el señor le aplaudió la buena obra que hizo por él, anexando que le gustaría ver a jóvenes con la misma humildad y alegría.

-Bryan (sonriendo)- No se preocupe señor, es bueno ayudar a la gente

 Tras su comentario, el señor le dio una tarjeta, en la que supuestamente venía su nombre y número telefónico, esto por agradecimiento y de alguna forma tratar de devolver el favor que le hizo. Una vez dada la tarjeta, Bryan le dio la espalda para seguir su camino a casa, pero al notar que la tarjeta estaba vacía, así que dio media vuelta, pero, para su sorpresa, el señor había desaparecido.

-Bryan (pensando)- Que raro, probablemente tomó algún transporte

 Decidió ignorar lo que sucedió con el señor y guardó la tarjeta en algún cajón, ignorando su verdadera identidad, continuó con su vida.

 Pasados los tres meses tras aquella plática, Bryan llegó a su casa como siempre era después de clases, para su sorpresa se encontraba un hombre vestido de traje negro, con algo rojo y bastante grande en su mano derecha; tal hombre se encontraba en la mesa sentado mientras comía esa cosa roja.

-Bryan (asustado)- Disculpe ¿Quién es usted?

 El hombre guardó silencio.

-Bryan- No lo conozco, por favor váyase de mi casa ¡Llamaré a la policía!

 Fue en ese momento cuando decidió levantarse, en cuanto llevó a cabo dicho acto, las puertas de la casa se cerraron y todas las luces se apagaron.

-Bryan (aterrado)- ¿Quién es usted?

 El hombre se acercó al niño y le susurró al oído "¿Alguna vez has escuchado el nombre de Lucifer?"

-Bryan- No, nunca señor, ¿Así se llama usted?
-Lucifer (sonriendo)- ¡Por supuesto! No tienes por qué temerme, vengo a ayudarte, aunque me entristece que no hayas hecho caso de mi tarjeta
-Bryan (confundido)- ¿De qué tarjeta me está hablando?
-Lucifer- Hablo de la tarjeta que te di aquel día, cuando me ayudaste a cruzar la calle ¿Ya lo olvidaste?
-Bryan (pensando)- ¡Imposible! Quien me dio esa tarjeta fue un señor ya muy grande

 Lucifer hace reaparecer la tarjeta blanca en su mano izquierda.

-Lucifer- Veo que la dejaste tal cual te la di
-Bryan- No sabía qué hacer con ella
-Lucifer (sonriendo)- No te preocupes niño, nunca te expliqué para qué era, algo que por cierto fue muy grosero de mi parte ¿No crees?

 Antes de que Bryan pudiera decir algo, Lucifer le cerró la boca con el dedo índice y le explicó que, si llega a necesitar de su ayuda, sólo hace falta hacer un dibujo en el papel.

-Bryan- ¿Un dibujo?
-Lucifer- Sí, un dibujo, quiero pensar que te gusta dibujar ¿O no?
-Bryan (sonriendo)- Sí, pero no soy muy bueno
-Lucifer- No necesitas ser bueno, basta con dibujar una estrella
-Bryan (confundido)- ¿Estrella?
-Lucifer (animado)- ¡Por supuesto! Pero no es cualquier estrella, debe ser una de cinco picos
-Bryan- ¿Por qué?
-Lucifer- Porque es mi favorita ¿No te gustan las estrellas de cinco picos?
-Bryan- Supongo, ja ja
-Lucifer (sonriendo)- Perfecto, sólo te haría falta encerrarla en un círculo ¿De acuerdo?
-Bryan (asintiendo)- De acuerdo
-Lucifer- Bueno, ahora que ya sabes cómo usar éste papelito, te lo entrego en tus manos y recuerda (susurrando al oído) si me necesitas, no dudes en dibujar lo que te dije

 Después de la plática, Bryan pudo notar la cosa roja que estaba en una de sus manos, le quiso preguntar qué era eso, pero Lucifer desapareció.

 Pasaron dos meses y durante ese tiempo Lucifer se encargó de vigilar a ése niño, observaba cada movimiento que hacía con tal de descubrir algo que lo obligara a dibujar en el papel. Parecía que no había motivo alguno hasta que logró observarlo con alguien; una jovencita bastante bella, cabello rubio y ojos grises ¿Su nombre? Alicia.

-Lucifer (sonriendo)- Creo que ya sé por dónde puedo empezar

 Y así siguieron las cosas, Lucifer observaba al niño mientras él hacía su vida. Dejó que pasaran por lo menos 10 meses para realizar su primer movimiento.

-Lucifer (pensando)- Bien, es hora de actuar, aunque ahora que lo recuerdo, olvidé decirle que el pentagrama debe ser dibujado por su sangre, bueno, ya lo intuiré cuando llegue el momento

 Un día, Bryan decidió salir con una chica llamada Alicia, para esto el chico ya tenía sus 13 años cumplidos. Ambos optaron por ir a un parque para pasar el rato, jugar y divertirse como si fueran unos niños.

-Bryan (tomando de las manos a Alicia)- ¿Qué te parece? Es muy bello ¿No crees?
-Alicia (mirando a su alrededor)- Es fantástico *sonríe* ¿Por qué me trajiste aquí?
-Bryan (apenado)- Bueno yo...

 Entonces, una tercera persona interrumpió su conversación, cabe mencionar que portaba una gran túnica negra, tenía la cabeza cubierta y en sus manos portaba una guadaña.

-Alicia- Disculpa ¿Usted quién es?

 Con voz femenina, bastante suave pidió disculpas por la interrupción que ocasionó ante ellos y sólo se presentó ante ellos como "muerte".

-Bryan (nervioso)- ¿Por qué te llamas así?
-Muerte- Porque lo soy ¿Acaso mi vestimenta no lo dice?

 Alicia comenzó a reírse, puesto que pensaba que se trataba de alguien haciendo alguna broma pesada. Pero la verdad era otra.

-Muerte (señalando al chico)- ¿Tú eres Bryan?
-Bryan- Sí, ¿Por qué?
-Muerte- Bueno ¡Es momento de ir al inframundo!

 Alzó la guadaña con ambos brazos, lista para partir a Bryan por la mitad, pero a pocos segundos antes de que lo cortara, Alicia se puso frente a él para terminar recibiendo la cortada.

-Bryan (atónito/pensando)- No... ¿Por qué?
-Alicia (sonriendo)- Fuiste muy lenta
-Bryan (gritando)- ¡¿Por qué?!

 El cuerpo de Alicia perdió el equilibrio y antes de que cayera Bryan lo sostuvo, llorando por la posibilidad de perder a esa persona especial.

-Muerte- Qué pena
-Bryan (llorando)- ¿Por qué lo hiciste?
-Muerte- A mí no me juzgues, yo iba por ti y ella se puso en el camino

 En ese momento la guadaña se convierte en polvo y Muerte lo lamenta, puesto que así ya no podrá darle la tajada a Bryan.

-Muerte- Lástima que nada se pueda hacer

 Y Muerte se desvanece entre las sombras de los árboles, dejando a Bryan sólo con el cuerpo de Alicia, un cuerpo desangrándose conforme pasan los segundos.

 Llegó la policía al lugar y a causa del trauma Bryan no pudo decir nada. Se llevaron el cuerpo de Alicia y por depresión, Bryan decide correr hasta llegar a su casa, toma el papel blanco junto con una navaja.

-Bryan (con lágrimas)- ¡Te necesito!

 Sin dudar más, fue a su cuarto, se enterró la navaja en el hombro izquierdo y la deslizó hasta la muñeca dejando que la sangre pasara por todo su brazo. Después, con su meñique derecho tomó parte de la sangre, se dirigió a la sala para dibujar el pentagrama.

-Bryan (desesperado)- ¿Dónde estás? ¡Aparece por favor!

 Y apareció a sus espaldas.

-Lucifer (sonriendo)- Veo que por fin me necesitas ¿Cómo te puedo ayudar?
-Bryan (llorando)- Tráela de vuelta, por favor

 El aspecto de Lucifer cambió, se volvió serio y le explicó que lamentablemente su alma ya no se encuentra en éste mundo, y aunque fuera así, él no tiene la capacidad de regresar personas a la vida.

-Lucifer- Pero lo que sí puedo hacer, es darte la fuerza que necesitas para vengar su muerte
-Bryan- ¿Qué debo hacer?
-Lucifer- Escucha, te daré la fuerza, ¡El poder que necesitas! Con tal de vengar su muerte, pero a cambio necesitaré algo tuyo
-Bryan (desesperado)- ¡Te daré lo que quieras!

 Por inercia, Bryan extendió su brazo derecho para darle la mano a Lucifer, ¿Su error? Nunca preguntar lo que Lucifer quiere a cambio.

-Lucifer (sonriendo)- De acuerdo

 Lucifer le estrechó la mano y comenzó a reír de forma maniática. Bryan sintió miedo y por tal, quiso soltarlo, pero ya era demasiado tarde.

 Bryan quedó inconsciente por al menos tres días, para cuando despertó notó algo diferente en él, su cuerpo era mucho más ligero, ni siquiera se encontraba la cicatriz de la herida, pero sentía un gran vacío en su interior.

 Al siguiente mes, Bryan entendió el error que cometió, supo que Lucifer es el rey del inframundo y que vendió su alma para obtener esos poderes que hasta ahora no ha podido expulsar.

 Decidió salir a dar una vuelta mientras su familia se quedó en casa. Aunque la razón del paseo fue encontrar un lugar para entender como liberar esos poderes que Lucifer le había otorgado.

-Bryan (pensando/caminando)- ¿Cómo se supone que lo haré? Si quiero vengar a Alicia y recuperar mi alma, debo aprender a expulsarlos, a menos de que Lucifer me hubiera engañado, pero de ser así ¿Por qué siento mi cuerpo mucho más ligero siendo que nunca bajé de peso?

 Para despejarse un rato, decidió ir a un lugar bastante tranquilo. Sin gente, sin ruido, sin nada que lo pueda distraer, de hecho, era tan pacífico que se quedó dormido. Despertó por la pesadilla que tuvo al ver a su familia muerta.

-Bryan (preocupado/pensando)- Será mejor que regrese

 Rápidamente se decidió a regresar, pero algo raro le sucedía, entre más se acercaba a su casa sentía con más fuerza una punzada en el corazón.

-Bryan (corriendo)- No sé qué sea, ni me importa porque debo llegar rápido

 Bryan logró llegar a su casa, pero cuando se paró frente a la puerta, pudo ver que había sangre en el piso, era demasiada.

 Abrió la puerta y lo primero que ve es, su padre, madre y hermano con el pecho perforado, completamente vacíos los agujeros.

-Bryan (atónito)- No...

 La policía llegó y Bryan les mencionó que cuando llegó, su familia ya se encontraba así, vacía del pecho, sin corazón.

 Todos se fueron y se llevaron los cuerpos, para cuando Bryan quedó solo, cayó del techo el papel que dibujó con su sangre, miró el pentagrama y dio vuelta al papel, tenía escrito "ahora sabes lo que tenía en la mano aquel día".

-Bryan (enfadado)- Maldito, te alimentas de los corazones

 Así que decidió salir a buscarlo, pero de la nada alguien lo tomó del hombro izquierdo, Bryan pensaba que se trataba de Lucifer así que, sin dudar, se volteó para dar un puñetazo, el cual fue detenido por ésta persona.

-Bryan (sorprendido)- ¡Tú no eres Lucifer!

 ¿Y cómo no sorprenderse? Si la persona que detuvo el golpe se trataba de él mismo.

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